Errores mentales vencen cuarto juego de Vinotinto en CAC 2016 |
Para
La Voz del Río/ Deporte
Por
Abg. Edinson Lares/ Opinión
“Lo que está a la vista no necesita anteojos”, en menos de treinta (30) minutos de juego entre la selección de Argentina y la selección de
Venezuela, nuestra Vinotinto perdió un encuentro de fútbol de los más complejo del
que haya tomado parte anteriormente, que terminó con score de 4 por 1 a favor de “La Celeste”
y canceló las aspiraciones venezolanas de seguir con la alegría ganada; en los
tres primeros juegos de la primera fase de Copa
América Centenario (CAC) 2016. No se puede negar que ha sido el juego más
disparatado que nuestra selección nacional de mayores, haya consumado hasta el actual
momento; en casi cincuenta (50) años de participación en certámenes de
este tipo.
Todo se vio y todo se dio sobre el campo “Gillette”, en Foxborough, Massachusetts, cuando volvieron los errores
mentales a los que nos tienen acostumbrados nuestros guerreros, y ello provocó
dos goles en el primer tiempo, inmerecidos para la tradición futbolera de la escuadra albiceleste;
con Messi a la cabeza y los oportunos delanteros golosos por marcar un gol. El
amargo instante lo viví y sentí como si los jugadores con sus repetidos errores
no aprenden nada por tan inobjetables actuaciones anteriores, o peor, en cada jugador
nuestro pervive tan mala memoria, que al ocurrir la fatal acción ni con el
mejor esfuerzo por remediar las imposibles pifias cometidas; nada modifica lo
que es censurable en pleno juego, cuando se asoma hasta la esperanza en esperar
ocurra un oportuno milagro ante el concluyente resultado obtenido.
En último caso, hay que felicitar a nuestros leales
guerreros y a su director técnico Rafael Dudamel, por la mejor actuación
cumplida en Copa América de las antes realizadas; puesto que, llegaron a esta
contienda americana con los peores comentarios deportivos por registros
llevados, y no existían motivos elegantes que avalaran la difícil presentación
que se les venía. Lo cierto del resultado es, que deberá realizarse –creo- una
rigurosa evaluación de cada aspecto involucrado en el difícil juego de fútbol;
sino para próximos eventos mundiales, sí en estos cambiantes escenarios dónde
nuestros jugadores pasan por cantidad y variedad de fases de difícil ejecución.
Por algo repito: “La bola es redonda y la pasión infinita”.
Si hay quien crea que la suerte juega un papel
preponderante en el juego, la perspectiva no es nada objetiva a la hora de
sumar “habilidad y condición mental" en cada jugador; cuando debe colocar, entregar o rifar
el balón al contrario “hábil, rápido y seguro” afirmar un resultado que no
desaprovechan equipos con alto vuelo y palmarés irrevocables en sus aquilatadas
trayectorias futbolísticas; de hecho, hay que equiparar condiciones, es
necesario preparar desde la edad
temprana a “niñas y niños” que son nuestros futuros competidores con dedicado esfuerzo gubernamental público y privado; por el logro y consolidación de
infraestructuras óptimas para la práctica del fútbol de campo.
Será la próxima vez que celebremos los triunfos de
nuestra aguerrida Vinotinto, por ahora nos queda la satisfacción de haber visto
a los nuestros “ganar con orgullo y perder con valor”. Vamos todos juntos a
repetir como ya es costumbre en la tierra bolivariana: “¡Que viva, que viva, la
Vinotinto!... “Te quiero, te quiero” hasta el fin de los tiempos. Claro, porque
en la República Bolivariana de Venezuela; vivimos tiempos de alegría y son para
siempre eternos.
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