27 de julio de 2017

El Plan sanguinario e desarrollo no te confíes Maduro

Fuente: Javier Monagas
javierdelvallemonagas@gmail.com

Por Javier Del Valle Monagas Maita/ Opinión

El Plan sanguinario e desarrollo
no te confíes Maduro
         Nicolás, no te confíes de la supuesta mamarrachada del gobierno paralelo de los degenerados de la MUD. Detrás de esa aparente adefesio, se esconde un plan que da continuación a las acciones terroristas y criminales que ejecutan desde hace más de cien días, que ha costado la vida a más de cien personas que han sido asesinadas de forma grotesca intencionalmente a los fines de generar un impacto psicológico en el pueblo y, sirve de propaganda hacia afuera del país al ser manipuladas por el aparato mediático del crimen organizado Sion imperialista yanqui.No debemos obviar la experiencia libia, siria o, ucraniana, que se empeoraron cuando el imperio maldito Sion yanqui dio reconocimiento a una caricatura de gobierno nacido de la nada mediática y que termino destruyendo a Libia, asesinando a Gadafi, destituyendo al presidente legítimo de Ucrania e imponiendo a un gobierno títere, que hoy ha demolido la infraestructura del país sirio y ha asesinado más de medio millón de civiles inocentes y expulsado a millones más hacia un limbo doloroso de existencia precaria.
          Desde hace tiempo vengo recomendando expulsar toda la misión diplomática yanqui del país. Ya no debe haber dudas de que ellos son el motor agresor y la cabeza de la confabulación contra el país y contra el pueblo.
Esa charada de un gobierno paralelo, es lo que necesitan los asesinos Sion yanquis para empeorar la situación interna y externa de Venezuela. Basta un simple e hipócrita reconocimiento del Sion imperio y sus lacayos de esa pantomima de gobierno, luego continuar la avanzada mediática de desconocimiento a Maduro a las instituciones legales del país, reconocimiento a los títeres. Lo demás se puede adivinar viendo hacia Siria o Libia.
Es necesario apresar ahora a todos los mercenarios de la MUD, a los malditos terroristas que se juramentaron, a sabiendas de las posibles consecuencias sangrientas que generarían contra el pueblo venezolano. Y por ultimo expulsar a los enemigos alojados en la guarida de ratas de la embajada yanqui. Recuerde camarada Maduro, la mejor defensa es el ataque. Nada, absolutamente nada, de lo que ejecutan los mercenarios de la MUD y sus paramilitares es improvisado, inocente o por error. Todo obedece a un malévolo y sangriento plan elaborado por el pentágono y la casa blanca. En esto, no hay nada improvisado o inocente.
Córtales las alas, antes que alcen vuelo. Tú tienes la potestad legal, legítima, humanista y por la vida del pueblo de disolver esa asamblea, de eliminar esa Asamblea anti patria. Toma en cuenta que tienen tiempo desconociendo públicamente todo el orden legal y legítimo del país. En cambio le dan carácter de legitimidad a las mañas, marañas y trampas inverosímiles que hacen los títeres de la MUD. 
No es posible seguir dando las respuestas inocentes e incautas que hasta ahora se han dado a las olas de ataques, asesinatos, destrucción, incendios y terrorismo que desde Estados Unidos son pagadas, para que sus lacayos dentro del país y con la complicidad de los colonizadores sádicos europeos, quieren imponer a Venezuela y su pueblo, para poder asumir el control de la nación y asaltar sus riquezas.
O lo hace hora cámara presidente Nicolás Maduro o el dolor futuro será más fuerte y duro. En sus manos está la posibilidad de ahorrar mucha pena y sufrimiento a su pueblo. Ya esa maldita derecha nacional e internacional están demostrando de lo que quieren hacer y hacen: quemar personas vivas, destruir hospitales, edificios, escuelas, liceos, asaltar e incendiar casas de custodia y cuidado de bebes. Si lo deja para luego…
Vuelvo a insistir. Convoque a todo el pueblo patriota, a que sea entrenado en los sitios de concentración militar para recibir adiestramiento en el uso de armas y de conocimiento de estrategias y técnicas de guerra asimétrica y de guerrilla urbana sin limitaciones de edad. No queda mucho tiempo

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