18 de agosto de 2016

Dos medallas olímpicas junto con varios diplomas que valen oro

Dos medallas olímpicas junto con varios diplomas que valen oro
La Voz del Río/ Comunidad
Por Abg. Edinson Lares/ Opinión
Sin haber concluido la justa olímpica en la ciudad de “Río de Janeiro”, Brasil, asomo esta opinión personal, por un esfuerzo que debe enorgullecer a la mayoría de las y los venezolanos, en virtud de muchas agoreras expresiones cargadas de odio político y denigrante sentir social, en muy escasos “compatriotas” sumergidos en la vorágine de la desesperanza informativa gratuita, entregada por maniáticos medios privados y personajes públicos poco creídos del logro deportivo venezolano alcanzado hasta hoy.
Algo que aún no se entiende acá, es como estos “disociados vende patria”, pretenden convencer a la mayoría adepta a un modelo revolucionario de inclusión, diciendo que “ellos” -y son pocos- tienen la solución a “todo”, sin presentar ni siquiera un claro proyecto  deportivo; y menos explican entre tantos olvidos y reproches: por qué no trabajan con la empresa privada que tanto abanderan; y solo se enfrascan en señalar fracasos sin presentar pruebas que comulguen con la soberana aprobación del pueblo.
Yulimar Rojas (18), con su bien ganada medalla de plata en salto triple en atletismo de los Juegos Olímpicos Río 2016; tiene todo un mundo de oportunidades para seguir cosechando triunfos en las venideras competencias donde participe. Yoel Finol (19), pronto a cambiar presea de bronce, por la de plata o la de oro; definitivamente, tiene en la exigente disciplina del boxeo, un camino de éxitos que los programas deportivos socialistas, deben proteger y conservar para gloria del deporte que solo en revolución gana valor.
Y, si a ver vamos, debe estar alegre quien practica algún deporte en nuestro país, puesto que si hay algo que no se vislumbra en lo inmediato, que le pueda faltar al deporte venezolano, es asistencia o recursos económicos en el futuro. El deporte de forma individual o colectiva, cuando ya se asume como un hecho de orden público constitucional, ello obliga al gobierno e instituciones públicas o privadas a determinar su implementación segura; todo lo contrario, si esos recursos estuvieran administrados por egoístas políticos oligarcas y ambiciosos “empresarios deportivos”, muy ligados al intercambio foráneo del talento y potencial atlético de las y los deportistas nuestros.
Aún faltan muchas medallas y diplomas para nuestros aguerridos deportistas venezolanos. No hay mejor fuerza moral y principios socialistas, que no muestren quienes sacrifican muchas horas, para templar sus cuerpos y forjar el gentilicio de patria bolivariana que los acompaña, en cada salida que realizan bandera en mano y fe puesta en alcanzar triunfos; porque nadie creeé en esos pocos opositores que tildan a las y los valientes deportistas nuestros de “asalariados del régimen”. Así, dos medallas olímpicas junto con varios diplomas que valen oro, son prueba del poder y la gloria de la revolución bolivariana socialista legada por el hermano Hugo Chávez; lo demás es lucha, amor y paz.

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